Hamartiología – La doctrina del Pecado

HAMARTIOLOGIA

I. El Origen del Pecado.
A. La entrada del pecado en el universo.
B. La introducción del pecado en la raza humana.

II. La realidad del pecado.
A. La Escritura declara el Hecho del Pecado.
B. La naturaleza proclama el Hecho del Pecado.
C. La Ley descubre el Hecho del Pecado.
D. La Experiencia comprueba el Hecho del Pecado.
E. El Hombre confiesa el Hecho del Pecado.

III. La Naturaleza del Pecado.
A. El punto de vista moderno del pecado.
B. El punto de vista Bíblico del Pecado.
C. La Declaración Escritural del Pecado.
D. Las Definiciones Teológicas del Pecado.
E. El Sumario de las Escrituras concernientes al Pecado.

IV. La Extensión del Pecado.
A. Por los cielos.
B. Por la Tierra.

V. El alcance del Pecado.
A. Como Hecho.
B. Como Estado.
C. Como Naturaleza.

VI. La Penalidad sobre el Pecado.
A. La Penalidad Natural.
B. La Penalidad Activa.

HAMARTIOLOGIA

Hamartiología se deriva de la palabra griega: hamartía, que significa “errar al blanco, pecado.” De modo que, hamartiología es la doctrina del pecado.

I. EL ORIGEN DEL PECADO

A. La Entrada del Pecado en el universo.

Consultando Ezequiel 28:11-19, vemos que fue Lucifer quien introdujo el pecado en el universo: “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. ” (v. 17). No había pecado antes que Lucifer pecara y se convirtiera en Satanás. Su pecado, el primero en el universo, fue cuando el eligió su voluntad por encima de la voluntad de Dios, deseando ser igual a Dios. ¿Por qué Dios permitió que el pecado entrara en el universo? Esa es una pregunta que Dios no nos ha respondido aun.

B. La introducción del pecado en la raza humana.

Así como hay pecado en la raza humana, debe haber habido un principio del pecado. Si no hubiese un principio para el pecado, el hombre hubiese sido creado en pecado, y entonces, Dios sería el creador del pecado; pero no lo es. El pecado entró en la raza humana a través del engaño y la desobediencia, motivados por la incredulidad o la duda. “Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión.” (I Tim. 2:14). ¿Por qué Dios permitió que el hombre pecara? La única posible respuesta que podemos dar está en Efesios 2:7: “para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.”

II. LA REALIDAD DEL PECADO

A. La Escritura declara el Hecho del pecado.

“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, ” (Rom. 3:23). “Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes. ” (Gal. 3:22).

B. La Naturaleza proclama el Hecho del pecado.

“Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; ” (Rom. 8:22).

C. La Ley descubre el Hecho del pecado.

“ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.” (Rom. 3:20). El Apóstol Pablo pensó que era libre del pecado hasta que se miró en el espejo de la Ley de Dios: “Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.” (Rom. 7:7b).

D. La Experiencia comprueba el Hecho del pecado.

Las experiencias de Moisés, David, Pedro y Juan revelan la realidad del pecado. Aun nuestra propia experiencia honestamente la declara.

E. El hombre confiesa el hecho del pecado.

1. Los Santos lo reconocen. Fue Job quien dijo, “Yo soy vil, y me aborrezco.” Isaías declaró, “Ay de mi, hombre inmundo de labios.” Daniel, de quien nada pecaminoso se menciona, dijo, “hemos pecado.” Pedro clamó, “apártate de mi, que soy hombre pecador.” Pablo escribió, “Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores; de los cuales yo soy el primero.” Lutero reconoció: “Tengo más miedo de mi corazón que del Papa y de todos los Cardenales.” Moody dijo, “El hombre con el cual tengo más problemas es aquel que camina bajo mi sombrero.”

2. Los pecadores lo reconocen. Las Escrituras abundan de confesiones de pecadores y de sus pecados: Faraón declaró, “He pecado esta vez ” (Ex. 9:27b). Acán respondió, “he pecado contra Jehová” (Josué 7:20b). Balaám admitió, “Yo he pecado,” (Num. 22:34b). Y aun Judas, quien traicionó al Señor, dijo, “yo he pecado” (Mateo 27:4).

III. LA NATURALEZA DEL PECADO

A. El punto de vista moderno sobre el pecado.

1. La sociedad lo llama indiscreción.

2. Los educadores lo llaman ignorancia.

3. Los evolucionistas lo llaman trato de bestias.

4. Los científicos pseudo cristianos lo enseñan como ausencia de lo bueno.

5. El hombre carnal lo excusa como debilidad amable.

6. Los nuevos teólogos lo declaran como mero egoísmo.

B. El enfoque bíblico del pecado.

1. Pecado es perder la marca, errar al blanco. “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, ” (Rom. 3:23). Ver también Romanos 5:12. Pecado significa “no acertar con la divina puntería”

2. Pecado es Trasgresión. “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. ” (I Juan 3:4). La trasgresión de la Ley puede ser casual o intencional. Aun así, en ambos casos es pecado. Había pecado antes de la Ley, pero no era trasgresión. Ver Números 4:15; Josué 7:11, 15; Isaías 24:5; Daniel 9:11; Oséas 6:7; 8:1.

3. Pecado es la distorsión de lo que es recto. “Y David dijo a Jehová, cuando vio al ángel que destruía al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad; ¿qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva contra mí, y contra la casa de mi padre.” (II Sam. 24:17). Ver también Romanos 1:18; 6:13; II Tesalonicenses 2:12; II Pedro 2:15; I Juan 5:17.

4. Pecado es rebelión contra Dios. “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. ” (Is. 1:2). Ver también II Tesalonicenses 2:4, 8.

5. Pecado es una deuda. “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mat. 6:12). Ver también Lucas 11:4. Las palabras “ordenado” (Lucas 17:10), “debéis” (Juan 13:14) y “debemos” (II Tes. 2:13) provienen todas de una misma raíz en el griego que denota deuda.

6. Pecado es desobediencia. Pecado es una falta en responder a Dios. “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, ” (Ef. 2:2). Ver también Efesios 5:6; Juan 3:36.

7. Pecado es una desviación ante los requerimientos de Dios. Esto significa una caída; cada ofensa contra Dios es una caída. Pecado es siempre una caída que hiere. “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;” (Mat. 6:14). Ver también Galatas 6:1; Romanos 5:15-20.

8. Pecado es incredulidad. “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.” (I Juan 5:10).

9. Pecado es impiedad. “mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.” (Rom. 4:5). “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.” (Rom. 5:6). Ver también I Timoteo 1:9; I Pedro 4:18; II Pedro 2:5, 7; Judas 4, 15.

10. Pecado es iniquidad. Esto significa un proceder equivocado ante el orden moral del universo. “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” (Gal. 5:19-21). Ver también Colosenses 3:5-9; Marcos 7:19, 20.

C. La declaración escritural del pecado.

“Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte.” (I Juan 5:17). Ver también I Juan 3:4; Proverbios 14:21; 21:4; 24:9; Romanos 3:23; 6:23; I Samuel 15:23; Jeremías 3:25; 14:7; Santiago 2:9; 4:17; Romanos 14:23.

D. La definición teológica del pecado.

1. Pecado es la transgresión de la Ley de Dios, o la falta de conformarse a la ley de Dios.

2. Pecado es la deficiencia de amar a Dios y a los hombres.

3. Pecado es dar preferencia al ego en vez de a Dios.

4. Pecado es insubordinación.

5. Pecado es falta de conformidad con Dios o su Ley Moral en acto, disposición, o estado.

6. Pecado es lo que no deberíamos ser.

E. Sumario de la Escritura concerniente al pecado.

1. Hacia Dios.
a. Rebelión. “Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación.” (I Sam. 15:23a).
b. Falla en la supremacía de amar a Dios. “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” (Deut. 6:5).

2. Hacia la Ley de Dios.
a. Transgresion voluntaria. “Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo.” (Num. 15:30).
b. Violación de la Ley en ignorancia. “Si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un año para expiación.” (Num. 15:27). Ver también Hebreos 9:7.

3. Hacia los hombres.
a. Injusticia. “No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana.” (Lev. 19:13).
b. Falla en amar al prójimo como a nosotros mismos. “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.” (Lev. 19:18).

4. Hacia nosotros mismos.
a. Egoísmo. “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mat. 16:26).
b. Corrupción. “He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.” (Sal. 51:5).

IV. La Extensión del Pecado

A. En los cielos.

La Escritura revela el hecho de que tanto el pecado como la salvación comienzan en el cielo y se extienden a la tierra. El pecado comenzó en el cielo con la caída de Satanás (Ez. 28). La salvación es completada en el cielo con la obra mediadora de Cristo (Heb. 9:24).

B. En la tierra

1 El reino vegetal. “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.” (Gen. 3:17, 18). Isaías 55:13 revela el acontecimiento bendito de que la maldición será quitada del reino vegetal cuando Cristo venga: “En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.”

2. El reino animal. Antes de la caída de Adán no había animales carnívoros. Isaías 11:6-9 nos dice que esto también será removido al tiempo de la segunda venida de Cristo: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.”

3. La raza humana.
a. La universalidad del pecado. Todos los hombres son pecadores: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” (Rom. 3:23).
b. La totalidad del pecado. Todo en el ser humano es pecaminoso, su cuerpo, alma y espíritu. “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. . . . No hay temor de Dios delante de sus ojos. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ” (Rom. 3:12, 18, 19.)

V. El alcance del pecado

A. Como un hecho.

El hombre comete pecados por su conducta.

B. Como un estado.

El hombre carece de justicia.

C. Como una naturaleza.

El hombre fue concebido en pecado, nació en pecado, y es, por lo tanto, un pecador por naturaleza.

VI. La penalidad del pecado

A. La penalidad natural.

Esto se ilustra mejor con el caso de un niño que come algún alimento prohibido. Y desobedece y come demasiado, al punto de llegar a enfermarse. La consecuencia natural de su desobediencia fue su enfermedad. La penalidad natural del pecado es enfermedad, desilusión y muerte física.

B. La penalidad activa.

Continuando con el mismo ejemplo, vemos que la penalidad natural fue que el niño se enfermara. La penalidad positiva (o activa) es la disciplina que recibe del padre, la cual se describe con las siguientes palabras:

1. Muerte. “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. ” (Rom. 6:23). Muerte, en las Escrituras, no significa “aniquilación” o “completa destrucción.” No hay lugar en la Palabra de Dios donde la palabra “aniquilación” se pueda sustituir por “muerte.”
a. Muerte espiritual. “Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta.” (I Tim. 5:6).
b. Muerte eterna. “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” (Ap. 20:14). “y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, ” (II Tes. 1:7, 8, 9). Ver también Apocalipsis 20:12; 21:8. No había muerte antes de que el pecado llegara a la vida del hombre. El hombre fue creado para morar con Dios para siempre. Entonces la muerte “pasó a todos los hombres” (Rom. 5:12). La palabra “pasó” se traduce “traspasará” en Lucas 2:35; “pasar por” en Mateo 19:24 y en I Corintios 10:1.

2. Perdición. “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.” (Juan 17:12). La palabra “Perdición” es la misma que “perezca” (Juan 3:16) y “destruir” (Mat. 10:28).

3. Condenación. “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.” (Juan 3:18). La palabra “condenación” es un término legal, e indica una decisión judicial. Esta misma palabra, “condenación,” aparece en Juan 5:29, y como “castigo” en Mateo 11:22, 24; II Pedro 2:4, 9; 3:7; I Juan 4:17; Judas 6.

4. Culpa. “Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ” (Rom. 3:19).

5. Perdición. “Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios. ” (Fil. 1:27, 28). Ver también Juan 17:12; II Tesalonicenses 2:3; Hebreos 10:39; II Pedro 3:7; Apocalipsis 17:8, 11. Esta misma palabra “perdición” aparece en Mateo 7:13: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.” Ver también Romanos 9:22; Filipenses 3:19; II Pedro 3:16. (En el Nuevo Testamento la palabra “destrucción” significa “ruina”.) En Mateo 26:8 se traduce “desperdicio”: “Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio?” En Mateo 9:17 aparece como “se pierden”: “Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.”

6. Castigo. “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” (Mat. 25:46). No hay diferencia entre esta Escritura y Hebreos 12:6: “Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.” Pero castigo es para los pecadores inconversos, disciplina es para los santos.

7. Eterno. “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” (Mat. 25:46). Ver también Judas 6; II Tesalonicenses 1:9; Apocalipsis 20:10; 14:11.

Algunos dicen que las palabras “por siempre” y “eterno” significan “una larga vida, una edad”, en otras palabras, dicen que los pecadores culpables sufrirán el fuego del infierno solamente por un tiempo; y después de ser purificados, disfrutaran vida eterna con el resto de los santos de Dios. Pero a esto decimos, “si el infierno y la condenación no son por siempre y eternos, entonces tampoco hay tal cosa como vida eterna, ni eterna salvación.” Es que la misma palabra “eterna,” o “para siempre,” es usada para referirse a Dios, “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Heb. 9:14). “pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,” (Rom. 16:26). Si el castigo en el infierno no fuese eterno, tampoco la salvación sería eterna, y ¡Dios no sería eterno! ¡Pero lo es! Así que la salvación es eterna y el castigo es eterno.

Gloria sea al Dios Eterno.