I. ¿QUÉ ES PECADO?

Nadie puede leer mucho la Biblia sin darse cuenta que un gran punto de atención es dado al tema del pecado, su causa y su cura. Habitualmente pensamos en pecado en conexión con un crimen o asesinato. Pero el pecado en la Biblia se refiere a todo lo que no alcanza la perfección de Dios. En Romanos 3:23, leemos: «por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios». La «gloria de Dios» incluye el pensamiento de absoluta perfección. Pecado es por tanto quedar corto en la marca. Todos los hombres son culpables de esto. Pecado es también declarado en la Biblia de las siguientes maneras:

A. Transgredir la Ley de Dios. Romanos 5:13.
B. Rebelión contra Dios, o infracción de la ley. I Juan 3:4.
C. Impureza moral. Salmo 32:5.
D. Los pensamientos malvados son tan pecaminosos, como los hechos malvados. Mateo 5:28.

II. EL ORIGEN DEL PECADO

La primera instancia de pecado registrada tuvo lugar en el cielo. El ángel Lucifer ambicionó ser igual a Dios (Isaías 14:12-14). Por este pecado de orgullo, fue echado del cielo y llegó a ser aquel que la Biblia describe por todos lados como el diablo o Satanás.
La primera instancia de pecado en la tierra se describe en Génesis capítulo tres. Tuvo lugar en el Jardín del Edén. Dios prohibió a Adán y Eva comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Ellos desobedecieron a Dios, comieron el fruto prohibido y se convirtieron en pecadores.

III. LOS RESULTADOS DEL PECADO

Tan pronto como los padres de la raza humana pecaron, tomaron conciencia del hecho de que estaban desnudos y trataron de esconderse de Dios (Génesis 3:10).

La paga del pecado es muerte. Adán llegó a estar espiritualmente muerto en el momento en que pecó. Quedó separado de Dios y fue expulsado de Su presencia. También llegó a estar sujeto a la muerte física. Pese a que no murió inmediatamente, su cuerpo eventualmente fue condenado a morir (Romanos 5:12).

La naturaleza pecaminosa de Adán fue transmitida a toda la raza humana. Cada niño nace de padres pecadores, es un pecador por nacimiento, por elección y por práctica. Por eso el hijo de Adán, Caín, fue un asesino, y el pecado comenzó su labor en la raza humana. Porque todos los hombres nacen pecadores, todos están muertos espiritualmente, y todos condenados a morir físicamente algún día. Leer Romanos 5:12-18 cuidadosamente.

El pecado del hombre acarreó la maldición de Dios sobre toda la Creación: el mayor de los hijos de Adán fue un asesino; espinas y cardos, por ejemplo, son evidencia de esa maldición. Otras evidencias son mencionadas en Génesis 3:14-19. El hombre moderno trata de explicar que nuestra depravación es sólo fallas humanas y errores. Algunos de nuestros psicólogos tratarían de hacernos creer que el hombre está mejorando a causa de sus avances en conocimiento y tecnología. De todos modos, no necesitamos pruebas del pecado teniendo cementerios, prisiones, hospitales y salas para funerales. Podemos llamarlo como queramos, pero lágrimas, enfermedades, tristeza, dolor y muerte son claras evidencias de los resultados del pecado.
¿Por qué el hombre peca? Leer Juan 8:44. Comenzó en el cielo y terminará en el infierno (Apocalipsis 20:10).

IV. LA PENA LEGAL POR EL PECADO

«La paga del pecado es muerte» (Romanos 6:23). Dios ha pronunciado a la muerte como penalidad por el pecado. No hay manera que un hombre pueda perfeccionarse a sí mismo de modo que sea aceptable ante Dios. “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios” (Romanos 3:23). Ya hemos visto que esto significa muerte espiritual y muerte física. Esta penalidad debe ser pagada. Dios debe juzgar al pecado o proveer una manera de limpiarnos y perdonarnos de nuestros pecados.

Mientras un hombre vive en sus pecados, está muerto espiritualmente y propenso a morir físicamente en cualquier momento. Si todavía él está en sus pecados al momento de morir, está sujeto a la muerte eterna. Esto significa que será separado para siempre de Dios y sufrirá para siempre en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda de la que se habla en Apocalipsis 20:14.

V. EL REMEDIO PARA EL PECADO

Dios ha provisto un remedio de modo que el hombre no necesite sufrir la condenación eterna por sus pecados. Él envió a Su Hijo Jesucristo a este mundo para proveer una vía de escape para el hombre. El Señor Jesucristo nació de la virgen María, quien concibió por el Espíritu Santo, este nacimiento virginal fue absolutamente necesario a fin de que Él naciera sin pecado y de este modo no heredar la naturaleza pecaminosa de Adán. Él es el único hombre sin pecado que ha existido. En la cruz sufrió voluntariamente la paga del pecado y satisfizo todas las demandas santas de Dios. Desde que la pena por el pecado ha sido pagada, Dios puede dar vida eterna a todo pecador que se confiesa como tal y recibe al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador (II Corintios 5:21). (Esto será mas plenamente explicado en el tema de Salvación.)

Cuando una persona confía en Cristo, esa persona es salva de la pena y del poder del pecado. Esto no significa que no cometerá más pecado, sino que quiere decir que todos sus pecados, pasados, presentes y futuros han sido perdonados y que nunca más será juzgado por ellos. Recuerda que todos tus pecados eran futuros cuando Cristo murió. En Cristo, cada persona tiene el poder para vivir en victoria sobre el pecado en vez de vivir para los placeres, poder del pecado y Satanás.

Por esto es que Cristo Jesús murió en la cruz. “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia” (I Pedro 2:24).