«Encontré esta emisora de casualidad. Soy creyente y he escuchado otras emisoras, pero desde el momento en que los escuché, mi dial ha quedado en BBN. Mi marido conoció a Cristo por medio de BBN. Yo iba a la iglesia y el se quedaba en casa escuchando la programación, hasta que un día decidió venir conmigo. Mi cuñado también volvió a los caminos del Señor escuchando BBN. En lo personal he aprendido y continúo aprendiendo en cuanto a la palabra de Dios y sigo fortaleciéndome en la fe. BBN es, sin duda alguna, un regalo de Dios para nuestras vidas».