Carlos Mejía
Mi nombre es Carlos Alberto Mejía Bailón y soy de la ciudad de Manta, Ecuador. Estoy casado con Rebecca Lemp y fruto de nuestro matrimonio tenemos dos hijos: Caleb y Lucas. Soy el mayor de cuatro hermanos. Mis padres eran católicos, así que desde pequeño iba a la iglesia católica. Cuando tenía 16 años, empecé a beber alcohol. Por aquel tiempo, una parte de mi familia comenzó a asistir a una iglesia evangélica. Recuerdo haber ido a algunos servicios junto a un tío. Y en uno de esos servicios, un diácono de esa iglesia se me acercó y me contó de su vida: cómo él había tenido dinero y lo había malgastado en la bebida y otros pecados, y cómo Cristo lo había cambiado. Su historia me llamó poderosamente la atención.
Un día subí a la terraza de mi casa y me puse a reflexionar acerca de la vida que estaba llevando. Levanté mi mirada al cielo y le pedí a Dios que me sacara de ese estilo de vida. Una semana después, volví a salir con mi tío; era muy probable que yo bebiera alcohol de nuevo, pero Dios hizo la obra en mi corazón. A partir de ese día ya no quise volver a beber. Desde entonces, dejé de tomar y empecé a asistir cada domingo a los cultos de una iglesia, hasta que un día recibí a Cristo; aunque pienso que realmente no estuve consciente acerca del mensaje de la salvación.
Permanecí por diez años en esa iglesia hasta que en algún momento empecé a escuchar BBN. Me llamó la atención, de forma especial, una serie que contradecía claramente lo que estaba aprendiendo en esa iglesia durante esos años. Comencé a tener muchas dudas acerca de mi salvación. Pero un día visité la oficina de la emisora en Manta, donde una persona me habló mucho más sobre cómo ser salvo. Hice una oración de fe junto a este hermano, depositando mi confianza en Cristo como mi Salvador. Seguía teniendo ciertas dudas en la iglesia, entonces, mi familia y yo tomamos la decisión de salir de allí.
Comenzamos a asistir a una iglesia bíblica, y empecé a crecer en la fe, a estar consciente de la obra de Cristo a favor mío y a tener la convicción de que era salvo. Conforme iba creciendo en el conocimiento de lo que la Biblia enseña sobre la salvación, llegué a tener la convicción de que en realidad ¡había nacido de nuevo!
Me mudé a los Estados Unidos después de casarme. Una vez allí, comencé a tener algunas situaciones que me incomodaban en la compañía en la que trabajaba. Por esto, junto a mi esposa empezamos a orar por otro trabajo para mí. Hubo un momento en que ella vino con noticias sobre una oportunidad de trabajar en BBN. Después de algunos días, oramos y decidimos enviar la solicitud al ministerio. Recibí una respuesta a la misma y coordinamos una entrevista laboral. Yo tenía muchos años escuchando BBN, y me parecía increíble tener una entrevista para ver la posibilidad de trabajar en el ministerio radial, que había sido de tanta bendición para mi vida. Después de dicha entrevista, acepté la oportunidad de estar tres meses a prueba y mantenerme en oración. Durante ese tiempo, ellos y yo estaríamos evaluando si realmente ese era un ministerio que yo iba a poder desarrollar. Una vez finalizado dicho periodo, se decidió que empezaría a trabajar el 1 de abril del año 2020. ¡Yo estaba realmente maravillado, conmovido de lo que Dios estaba haciendo!
Junto a mi familia ahora servimos en este hermoso ministerio con la convicción de que fue el Señor quien nos abrió las puertas. ¡A Dios sea la Gloria!