LA VIDA QUE CUENTA

¿Cómo puede un cristiano hacer que su vida cuente? Pese a que un creyente no puede perder su salvación, es completamente cierto que puede desperdiciar su vida tanto que no cuente para la eternidad. Ha sido correctamente dicho: “Un necio es un hombre cuyos planes terminan en el tiempo”. Para evitar la tragedia de una vida malgastada, la Biblia nos aconseja a cada cristiano lo siguiente:

A. Cuenta el costo de ser un discípulo de Cristo. Todos los creyentes son hijos de Dios, pero no todos son discípulos. Los términos para el discipulado son dados en Mateo 10:16-42 y Lucas 14:25-35. Ser un discípulo significa poner a un lado el confort y la seguridad terrenal, significa una vida de auto negación, significa la enemistad y el ridículo del mundo, es abandonarlo todo para seguir al Señor Jesús.

B. Has un deliberado compromiso de tu vida a Él. Romanos 12:1.
Llega al punto de decisión donde entregas tu cuerpo en sacrificio vivo a Dios. Esa es la única cosa razonable para hacer en vistas a todo lo que Él ha hecho. El gran misionero C. T. Studd una vez dijo: «Si Jesucristo es Dios y murió por mí, entonces no hay sacrificio que pueda ser demasiado grande para que yo haga por Él».

C. Abandona tu propia vida para Cristo. El Salvador dijo: «todo aquel que pierda su vida por causa de mí la hallará» (Mateo 16:25). En otras palabras, si quieres conocer el pleno gozo y felicidad de la vida, deberías vivir para complacer al Señor Jesucristo y no a ti mismo. El que vive egoístamente es una persona miserable y no feliz.

D. Quema los puentes detrás tuyo. “Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar” (Salmos 118:27). Hazlo tan difícil como sea por ti mismo, para no volver a conexiones que te alejarían de una vida de obediencia de todo corazón y devoción a tu Señor (Lucas 9:23).

E. No te desvíes. Muchos comienzan muy bien pero pierden la visión y resbalan retornando a la vieja rutina. Negocios bien pagos, materialismo, carreras interesantes, y muchas tentaciones morales te sacarán afuera. Matrimonios no sabios han sido la caída de muchos que hubieran sido discípulos. El diablo usará a cualquiera y cualquier cosa para desviarte de la senda de Dios para ti. El Señor Jesús dijo: «Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios» (Lucas 9:62).

F. Vive para servir. «El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir» (Mateo 20:28). La verdadera grandeza está en servir a otros. No trates de estar en la línea donde se recibe. «Más bienaventurado es dar que recibir» (Hechos 20:35).

G. Corónale a Él como Señor de todo. Si Cristo reina en tu vida, cada día realmente contarás para la eternidad. El cristianismo es “no un placentero pasatiempo sino una búsqueda apasionante”. No es una vida fácil sino una lucha. No cuesta nada llegar a ser un cristiano, pero cuesta todo ser uno. No es popularidad sino persecución; no es confort sino una cruz. Pero es la mejor vida. Tú sirves al mejor de los Maestros. Tus recompensas son lo mejor, y disfrutarás tu trabajo aún más que tus salarios. Tus recompensas son maravillosas, tanto ahora como en la eternidad.

Te insistimos, por lo tanto, que des tu vida a Cristo. Dale lo mejor de ti, no retengas nada. Puede llegar a ser tu supremo gozo escucharle decirte al fin: «Bien, buen siervo y fiel… entra en el gozo de tu Señor» (Mateo 25:21).

Este libro ha sido especialmente preparado para usted por la Red de Radiodifusión Bíblica de Charlotte, Carolina del Norte, EE.UU, y está a su disposición para  ayudarle en dos cosas: Primero, “para estudiar a fin de presentarse a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de Verdad” (II Timoteo 2: 15). Segundo “…para sufrir penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente” (II Timoteo 2:3-5).